De Labia y Lengua 05 - "Letter from a Dying Man"

25 octubre 2011
Queridos Lectores,

Si, queridos... vengo a dejarles una carta muy vieja que descubrí debajo de mi librero hace unos minutos, lo interesante es que no diga de quien o a quien es... bien, disfrútenlo...



AVISO:
NO HAY MANERA DE ENTENDER EL SENTIMIENTO DE ESTE ESCRITO SI NO ES LEÍDO MIENTRAS SUENA LA MÚSICA DE FONDO
http://www.youtube.com/watch?v=AEtuljUJAp4




Mi Querida Desconocida,

Existen tantos pensamientos que allanan mi corazón, entre ellos, uno eres tú. Verás, cuando entraste a mi vida, yo la tomaba por terminada, yo no quería que nadie más entrara a ese hueco sin fondo. Me sentía perdido entre la oscuridad, y en lugar de buscar una salida, me senté a ver como mi reloj se detenía. Sentía como si estuviese viviendo un sueño, una pesadilla, y no podría despertar nunca, sentía como si me hubiesen arrancado de mi vida y me hubiesen puesto en el bote de basura. Y cuál fue mi sorpresa que llegué a encontrar un diamante entre tanto desperdicio.

Verás, cuando te conocí me hice prioritario el que no entraras a mi corazón, el que no te hicieras importante para mí. He conocido muy pocas personas que tienen un aire parecido a ti, y todas se han hecho importantes en muy poco tiempo, y este era mi principal motivación. Pero como era de esperarse, mi corazón se abrió sin que yo pudiese hacer algo para detenerlo, y entraste a mi vida contra mi mejor juicio. Y vaya que entrada… fue como un rayo de luz que me iluminó el camino.

Sé que llevamos poco tiempo de conocernos, pero… de alguna manera siento como si no lo fuese así, siento como si nos conociéramos desde hace años. Soy bastante terco, me es muy difícil aprender a cambiar mi forma de ser y, sin embargo, contigo lo logré bastante fácil. Me enseñaste a nunca detenerme, a siempre buscar una salida, una segunda opción. Siempre te lo he dicho, tengo una mente hiperactiva que me hace pensar todas las posibles salidas de una cierta situación, y esta salida fue de las primeras que me imaginé.

Verás, el tiempo que llevo consciente de mi vida y mi existencia, le he puesto especial atención a la condición Humana, a las decisiones que a ratos parecen irracionales, a los sentimientos y las vueltas mentales que todos se dan por ver el vaso de agua de tan cerca. Podría decir que hasta sé como actuarán algunas personas ante ciertas situaciones con tan solo ver como sonríen cuando me las presentan, el tono de voz, la seguridad detrás de las palabras, el pequeño mover de pestañas que nadie nunca nota… el brillo en la mirada… pero contigo fue diferente, contigo no pude ver nada, fue como ver una obra maestra tapada por una cortina, y yo como un niño pequeño esperando un dulce, a que te revelaras.

Esa fue la razón por la que supe que no debía hacerte tan importante. Si, hacerte, las personas no se vuelven importantes del día a la noche o por casualidad, a las personas las volvemos importantes, las dejamos entrar en nuestras vidas y les permitimos que la cambien a gusto, que tengan un impacto en ella, tristemente no podemos escoger qué clase de impacto será. Positivo, negativo, eso no existe… existe favorable y desfavorable.

Y mírame ahora, escribiéndote esto, sin saber en verdad qué me dirás mañana, pero creo saberlo, pues no es la primera vez que me traen esperando un buen tiempo, con los nervios hechos un desastre completo, esperando a que me digan algo que sale del corazón. Qué ironía… yo todo lo que digo, aunque a ratos suene que todo lo que digo son mas que comentarios trillados, viene del corazón, nunca digo nada que no sea cierto, nunca digo nada que no sea real, y nunca digo palabra alguna, a menos que salga del corazón y del momento.

Como pasa el tiempo, ¿no crees?, hace apenas unas semanas caminábamos juntos del brazo, sin que nos importara cosa alguna. O bueno, sin que me importase cosa alguna, no puedo hablar por ti. Hace apenas unas semanas estábamos sentados en el pasto o cerca del lago o comiendo chocolate como niños pequeños, y me sentía feliz por primera vez en mucho tiempo. Cada que estaba solo contigo, era como si estuviese completo una vez más, como si la vida regresase a mis venas.

Entraste a mi corazón, como un cometa golpeando a un planeta, de manera rápida, violenta y sin titubear, con la fuerza de moverlo de su órbita, con la decisión de arrancarlo de su soledad y me trajiste algo que yo creía jamás volvería a ver en mi… una sonrisa. Creo que a donde quiero llegar es, te ganaste un lugar que creía único, ocupado y muerto dentro de mi corazón. No hace falta decirlo, digo, es más que notorio.

Debo decir que no soy como cualquier otro hombre, he vivido más de lo que personas el doble de mi edad han experimentado, pero tristemente no puedo decir que han sido cosas favorables, han sido cosas que me han tirado a mis rodillas, cosas que no le deseo ni a mi peor enemigo, cosas que me han hecho fuerte, que me han enseñado a levantarme, a aceptar las consecuencias de mis actos, a aceptar lo que viene de quien viene, a nunca dejarme vencer, a ser estoico y fuerte… a nunca traicionar… a nunca pedir nada a cambio… a darme completo y sin restricciones.

Cosas que ahora invaden mis pensamientos, y me hacen preguntarme, en realidad ¿he obrado bien?, ¿en realidad he hecho las cosas como mejor pude? Si fue por decisión que estoy aquí, te puedo asegurar que no fue decisión propia, supongo que todo lo que he vivido lo he experimentado para que pudiese ser fuerte para esto que viene. Sé bien, también, que estoy sobre tiempo prestado, y no vale la pena engañarme ni engañar al mundo con cosas diferentes.

Es ese el pensamiento principal que ha ahogado mi mente en los últimos días, puesto que soy de la personalidad que prefiero sufrir solo, pero estoicamente, en lugar de ver a los que me rodean mal. Soy de la mentalidad que si intentas cambiar al mundo que conoces mediante cambios en ti, llegarás a, lo que todo filósofo ha temido desde el inicio del tiempo, ser olvidado. Sin embargo, si intentas cambiar el mundo dejando una pequeña semilla en los demás, ¿te imaginas qué clase de cambio mundial crearías?, una sociedad en la que la prioridad no es el “yo” sino el “tú”… qué deseos más irreverentes, ¿no crees?

Siendo un tanto pesimista, la vida está sobrevalorada, ya nadie dice “carpe diem”, ya nadie toma su vida por las riendas y la disfruta. Lo que no está sobrevalorado, solo visto de un ángulo erróneo, es el afecto que una persona puede tener por otra. Las millones de conexiones durmientes en cada uno de nuestros cerebros, que al solo ver a cierto conjunto de moléculas en un orden y lugar específicos, despiertan e inundan el aire de electricidad, de esperanza, tan solo para obviar la distancia que los separa.

Creo que te escribo esto porque quiero creer que entiendes esto que sucede dentro de mí cada vez que te veo pasar, o cada vez que inundas mi aire con tu perfume o resuenas con tu voz las paredes o iluminas la noche con una sonrisa. Es por eso que he tenido demasiado que pensar, no quiero ser la razón por la cual esa sonrisa tan hermosa se corrompa, no quiero ser el causador de dolor en ti, prefiero dar la vida mil veces por no hacerte sufrir. Es lo que me desgarra el corazón, no quiero lastimarte, estando tan cerca de ti, pero tampoco quiero alejarme y hacer que te olvides de mí, no sería lo correcto. Al menos no en esta situación.

Pero algo que llega a mi rescate es lo que creo que me dirás mañana. Si, lo sé bien, no me puedes ver como más de lo que soy, no sé si es un método de defensa por algo que viene o por algo que pasó, sinceramente no quiero saber. Solo quiero que sepas que estoy seguro, pues no es cosa de todos los días encontrar a alguien como tú, este lugar que tienes en mí nadie más ocupará.

Quiero agradecerte, por este medio porque sé que en cuanto escuche las palabras de tu boca no podré decir cosa alguna, por todo lo que hiciste por mí, me sacaste del agua helada y me diste algo que creía ya muerto en mí, Esperanza. Quisiera poder hacer más, pero no hay cosa bajo el Sol y la Luna que pueda decir, ni cosa que hacer. Solo decirte que mi Amor, mi Afecto y mi Cariño, quedará por siempre plasmado en estas palabras, hasta que el tiempo o tú decidan desvanecerlas a polvo.

Es aquí cuando me despido, amor mío, cuando digo buenas noches, y que tengas una hermosa vida… sé que yo habré tenido la penúltima parte de la mía. Por siempre con amor y hasta que el nunca me alcance, mia bella ragazza…



Tu Desconocido...






Blitzkrieg