De Labia y Lengua 01 - "Mi Ultima Carta"

Buenas noches, a todos aquellos que leen las palabras de este viejo poeta,

Mi verdadero nombre, pocos lo conocen, pero ustedes pueden llamarme Blitzkrieg. Han pasado varios años desde que comencé a tomar al lenguaje como el arma perfecta, pero me he encontrado en que las palabras no tienen filo si no se saben decir en el momento adecuado, es por eso que he convertido en una doctrina a esto que llamo Labia y Lengua y es aquí donde les pondré varios ejemplos de mis escritos, todos dependiendo de mi humor, claro está... tengo que darles por avisado que habrán días en los que no soportarán el veneno que comenzaré a destilar desde los dedos al teclado, y otros en los que los sentimientos me afloren como una flor ya maleada por el tiempo y las estaciones.

De entre poemas, chistes de mal gusto, comentarios de humor extremadamente negro, ensayos rebuscados, teorías alocadas y simples loqueras, espero que encuentren... no, sinceramente no espero nada. Léanme o no, aquí seguiré escribiendo de Labia y Lengua hasta que me canse... así que comencemos... aviso que esto lo escribí en un tiempo de pérdida, dolor y arrebato, y no suelo estar de este humor, pero... pues ¿qué es lo peor que puede pasar?...






Mi Ultima Carta...

De mi mente, su imagen no se aparta,
aún al recordarla me conmuevo.
Si es muy vieja la historia de esta carta,
mi amor, mi eterno amor es siempre nuevo...

Si, la voy a olvidar, es necesario.
Soy ave y quiero remontar el vuelo,
no puedes reprochar al incensario
porque le manda su perfume al cielo.

¿Soy culpable? ¡No sé! pero, ¿qué quieres?
endurecen al pecho los dolores;
lo que sufren a veces las mujeres
solo lo sabe el Diós de sus mayores...

Fui tu bella creación de enamorado,
era una estatua, y me animó tu idea,
hay que del pedestal me has derribado,
no llames a tu pobre galatea.

Roto por tí el laúd, su dulce tono
se extinguió por tu mal y por el mio.
Soy una seca flor, y te perdono,
mas no busques mi aroma y mi rocío...

¿Volverán mis ensueños del pasado
con este nuevo amor a que me entrego?
Está mi corazón tan desangrado
que a penas puedo reanimar su fuego...

Cuando recuerdo mi pasión intensa,
exhalo a mi pesar doliente, grito,
es la fé para el alma, un ala inmensa
que la conduce en pos de lo infinito.

Al olvidarme, talvez, de negros pesares,
cambien el nectar en mortal veneno,
que por buscar las perlas en los mares,
suelen los buzos sumergirse en cieno.

De tí, bien sé, que el porvenir te espanta
y que tu pensamiento es siempre mio,
sé que tienes el nudo en la garganta
y en el pecho la daga del hastío.

Se ha convertido tu alma en un desierto
en donde todo espira y se derrumba,
y es por desgracia, nuestro amor, un muerto
que no ha de levantarse de la tumba...

Muertas en flor, las ilusiones, todas.
De tí, sol de mi cielo, me despido,
las sombras de la noche de mis odas
te hunden en los mares del olvido.

Quiero que al separarte de mi lado
no sepas maldecir nuestros amores,
como yo te he querido demasiado
no puedo dar cabida a los rencores.

Busca tu redención de esta manera:
soporta mi rigor y sufre y calla;
sucumbe siendo fiel a tu bandera
como muere un soldado en la batalla.

No me debes odiar si me adoraste;
llega a ser tu amado de un buen amigo:
respeta un poco lo que, talvez, amaste,
ya que yo te perdono y te bendigo...

Así fué mi ilusión desvanecida;
desde entonces, vencido de la suerte,
me siento en el camino de la vida
a esperar al viajero de la muerte...

Indiferentemente, su menos atento autor,
Blitzkrieg